Cuando los días son tan iguales que hasta te aburren, cualquier detalle por insignificante que pueda parecer te hace sonreir por un instante y pensar que ese día irás a la cama con algo nuevo, algo distinto, algo aprendido quizás. Hoy pasó, dos veces. ¡Sonreí!
¿Y mañana?
Niña! me alegro de que te hayas decidido a ser bloguera! Desde hoy, me convierto en asidua lectora! Si es que me vas a tener hasta en la sopa... :)
ResponderEliminar