Cinco años después, mismo escenario, mismo fin…¿mismos nervios?. No. No sentí nervios. Tal vez ya sabía lo que me esperaba, no estaba ansiosa por ver qué vendría después. Aún en mi memoria recordaba como años antes compartía con compañeros, amigos, familia y profesores esos momentos que no olvidaría jamás.
Quizás porque ya se lo que sucede después, mis palabras no son referidas a lo fantásticos que han sido estos años juntos, que seguiremos en contacto y siendo tan amigos como ahora…. Quiero más bien destacar que esto más que un final de etapa, es el inicio de algo que comenzó hace tres años. Queriendo o sin querer he aprendido de buenos y malos, he reido y llorado, he crecido y madurado, me he hecho más fuerte.
Ahora es cuando realmente empieza el duro camino. Con paso firme y siempre positiva, espero lo que tenga que venir. Ojalá dentro de otros cinco años, pueda mirar atrás y ver, que además de la experiencia adquirida profesionalmente, todavía seguís a mi lado, en la cercanía o lejanía, sin dejar que el paso del tiempo dañe lo que en estos años surgió.
"Lo ideal se busca pero no se encuentra, aunque lo tengas delante de ti"
